sábado, 26 de febrero de 2011

Literatura de fin de siglo.Miguel de Unamuno.

Pocos estilos son como el de Unamuno. Su expresión refleja los rasgos en su personalidad.
desnudo, frente a los estilistas que lo visten de galas.
Busca la densidad de ideas, la intensidad emotiva o la exactitud plástica; no la elegancia. De ahí su permanente lucha con el idioma, para plegarlo a su pensamiento, hasta conseguir ,como él decía, una lengua seca, precisa y rapida.

La novela gira en torno a las grandes obsesiones unamunianas: la inmortalidad y la fe. Pero se plantean un enfoque nuevo en él: la alternativa entre una verdad trágica y una felicidad irreal.
El autor estaría polarmente alejado no sólo de los ideales sociales de su juventud, sino también de aquel Unamuno que quería despertar las conciencias, que había dicho que la paz es mentira, que la verdad es antes que la paz.

S.Bueno Martir

Ángela Carballino escribe la historia de don Manuel, párroco de su pueblecito. Múltiples hechos lo muestran como hombre entregado especialmente a los más desgraciados. Sin embargo algunos indicios hacen adivinar a Ángela que algo lo tortura interiormente: su actividad desbordante parece cubrir una infinita y eterna tristeza.
Un día, vuelve al pueblecito el hermano de Ángela, Lázaro. Este no tardará en trocarse en la admiración más ferviente al comprobar su vivir abnegado. Es precisamente a Lázaro a quien el sacerdote confiará su terrible secreto: no tiene fe, no puede creer en Dios, pese a su anhelo de creer en la eternidad. Y si finge creer ante sus fieles es por mantener en ellos la paz que da la creencia en la otra vida, esa esperanza consoladora de que él carece. Colabora en la misión del párroco, así pasará el tiempo hasta que muere don Manuel. Y sin recobrar la fe, más tarde morirá Lázaro.

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